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ToggleEl artículo de la prestigiosa clínica de Navarra subraya un hallazgo significativo: la combinación de la protonterapia con la intervención fisioterapéutica temprana durante el tratamiento oncológico en niños y adolescentes conlleva resultados notablemente positivos.
El análisis de 35 casos recientes en la Unidad de Protonterapia del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) evidencia como esta estrategia acelera la recuperación y la readaptación de los jóvenes pacientes a su estado previo a la cirugía.
Como bien señala Fabio Jiménez, fisioterapeuta de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, la cirugía oncológica puede dejar secuelas funcionales importantes en los pacientes pediátricos.
Estas pueden incluir desde atrofia muscular en diversos grados hasta condiciones más severas como la hemiparesia (debilidad en un lado del cuerpo) o la paraparesia (debilidad en las extremidades inferiores).
Además, son frecuentes las alteraciones de la marcha y el equilibrio, así como las dificultades en la coordinación motora.
Ante este panorama, la incorporación precoz de la fisioterapia mientras el paciente recibe las sesiones de protonterapia se revela como una intervención clave.
Los beneficios observados son significativos e impactan directamente en la calidad de vida de los jóvenes pacientes.
El abordaje fisioterapéutico simultáneo a la protonterapia genera una serie de beneficios concretos:
El testimonio de Fabio Jiménez resalta casos impactantes de pacientes que, inicialmente incapaces de mantenerse en pie, lograron caminar sin asistencia al finalizar el tratamiento combinado. Incluso, muchos de ellos pudieron retomar sus actividades deportivas, lo que subraya el potencial transformador de esta estrategia.
Más allá de la combinación específica con la protonterapia, la fisioterapia desempeña un papel crucial en la recuperación integral de los niños y adolescentes que han pasado por un tratamiento oncológico.
Las secuelas de la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden afectar significativamente su función física, generando debilidad, fatiga, dolor, limitaciones en el movimiento y alteraciones en la postura.
La fisioterapia oncológica pediátrica aborda estas complicaciones a través de una evaluación exhaustiva que permite diseñar un plan de rehabilitación personalizado y adaptado a las necesidades específicas de cada paciente.
Este plan puede incluir una variedad de técnicas y ejercicios, tales como:
La continuidad del tratamiento fisioterapéutico después de finalizar las sesiones de protonterapia, como se recomienda en el artículo, es esencial para consolidar los logros alcanzados y seguir progresando en la recuperación a largo plazo.
El artículo también destaca la importancia de la protonterapia en el tratamiento del cáncer infantil. La Dra. Elena Panizo, coordinadora del Área de Cáncer Pediátrico del CCUN, subraya cómo esta modalidad de radioterapia se ha convertido en la técnica de elección para muchos pacientes jóvenes.
La principal ventaja de la protonterapia radica en su alta precisión, que permite dirigir la radiación de manera muy focalizada al tumor, minimizando la dosis que reciben los tejidos y órganos sanos circundantes.
Esta característica es especialmente crucial en niños y adolescentes, cuyos órganos aún están en desarrollo y son más vulnerables a los efectos secundarios a largo plazo de la radiación.
La experiencia de la Unidad de Protonterapia del CCUN, la primera de estas características integrada en un hospital en España, con más de 1.100 pacientes tratados en cinco años, y un 40% de ellos menores de 18 años, respalda la eficacia y la seguridad de esta técnica en la población pediátrica.
En definitiva, el artículo de la Universidad de Navarra pone de manifiesto la importancia de un enfoque multidisciplinar en el tratamiento oncológico pediátrico.
La combinación de la protonterapia, una técnica de radioterapia avanzada y precisa, con la intervención temprana y continuada de la fisioterapia, se presenta como una estrategia poderosa para mejorar significativamente la recuperación funcional y la calidad de vida de los niños y adolescentes que han enfrentado esta difícil enfermedad.
Los resultados esperanzadores observados en el CCUN invitan a seguir explorando y potenciando esta sinergia en beneficio de los jóvenes pacientes oncológicos.